Parte III
"Si
quieres saber el valor del dinero, trata de conseguirlo prestado."
Benjamín
Franklin
CHOLULA.- Ya habían pasado cinco años,
Erick y Madeleine estaban de vuelta en su país de origen. Todavía no eran ricos
pero las dificultades de sus riesgos excesivos las habían superado de una
manera peculiar, corriendo más riesgos. El tema operativo había sido resuelto
favorablemente, todos los productos llegaban a Nueva York para su reparto, los
clientes abundaban pero las cuentas siempre estaban comprometidas y había que
hacer verdaderos malabares para sacar adelante los pagos y que a cada proveedor
le tocara una parte. Además había que sumar al tema de la falta de salud
financiera la falta de salud física dado que Erick había pasado por tanto
estrés que todo el tiempo se enfermaba, era tal su desesperación por lograr lo
que quería que ya lo habían operado siete veces de diferentes partes del
cuerpo, decidió no tomarse las cosas tan en serio porque no estaba llegando a
ningún lado y el tema de las enfermedades recurrentes yo lo había preocupado.
Leyó que de acuerdo a un estudio publicado por la Academia Norteamericana de
Enfermedades Psicosomáticas aproximadamente ocho de cada diez enfermedades
diagnosticadas provenían del estrés, decidió no apasionarse tanto con las
circunstancias por que se estaba causando mucho daño.
Los negocios
al igual que la vida deben tener un equilibro en los pilares que los sostienen,
por ejemplo el negocio requiere estabilidad entre el mercado, el servicio, las
finanzas y el manejo del personal, todo esto estaba controlado, excepto el
manejo saludable de las cuentas. Comercialmente el negocio era un éxito, Erick
de hecho se había convertido en un ejemplo para incentivar a los jóvenes a ser
emprendedores y perseguir sus sueños, los temas logísticos estaban
completamente resueltos, el personal era responsable y trabajador pero el
crecimiento se había dado gracias a un endeudamiento excesivo y demasiado
arriesgado. En estas circunstancias el negocio estaba sostenido sobre alfileres
y cualquier estornudo bastaría para derrumbar todos los logros.
Fue cuando
los riesgos internos se alinearon perfectamente a los riesgos externos y el
estornudo llegaría de una manera brutal, inclemente y tumbaría todo por los
suelos. El origen del riesgo externo se comenzó a gestar en Estados Unidos a
principios del siglo XXI con los préstamos hipotecarios que por cierto, eran
también exageradamente arriesgados, todo mundo podía pedir crédito y los bancos
repartían en dinero de los ahorradores a manos llenas para la compra de casas,
era tal la euforia que hasta al perro de la casa le otorgaban crédito. Por
supuesto cuando llegó la hora de pagar el perro de la casa no pudo ni con la
primera mensualidad pero también muchísimas personas empezaron a incumplir con
los pagos, así que los bancos comenzaron a recuperar las casas, ahora los
bancos tenían casas pero no tenían dinero para devolverlo a los ahorradores y
esto provocó el pánico entre los que querían retirar su dinero pero no podían
porque los bancos no lo tenían, habían corrido riesgos excesivos y habían
perdido el dinero. Los bancos empezaron a quebrar, la economía empezó a tener
crisis, se perdieron empleos y la situación hasta el año 2012 apenas empezó a
corregirse. El riesgo excesivo de lo bancos en Estados Unidos causó un efecto
dominó que inició con malos créditos hipotecarios domésticamente y terminó en
una crisis mundial, tomó muy poco tiempo tomar decisiones imprudentes pero los
efectos desastrosos tomaron casi media década para poder corregirlos.
Continuará…
Te agradezco
tu tiempo y no dudes en llamarme si quieres algún consejo.
*** ENRIQUE
RUIZ VILLASEÑOR es economista de la Universidad de las Américas Puebla, tiene
estudios de economía en STATE UNIVERSITY OF NEW YORK, Maestro en Alta Dirección
de Empresa por el IPADE, ha sido catedrático de la BUAP, IBERO, UDLAP y UPAEP.
Ha sido emprendedor radicado en México y Estados Unidos, ha colaborado como
columnista del Periódico “El Financiero Golfo Centro y es orgullosamente
Cholulteca.
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