VATICANO.- Vestido con paramentos rojos
para evocar la sangre versada por Cristo, Francisco encabezó esta mañana la
procesión en la plaza de San Pedro para recordar el ingreso triunfante de Jesús
a Jerusalén y su pasión, en la celebración del domingo de las palmas o domingo
de ramos.
El Papa
argentino, que caminó llevando una férula (bastón pastoral en forma de cruz)
hecho solo en madera como expresión de humildad, dijo que "humillarse es
el estilo de Dios" y que los cristianos deben ser humildes y rechazar
"la vanidad, el orgullo y el éxito".
Decenas de
miles de fieles llevando palmas provenientes de Génova, llenaron la plaza de
San Pedro, corazón de la cristiandad, gracias también a una jornada espléndida,
casi primaveral.
En la
homilía de la misa, Francisco destacó que "la humildad es un estilo de
sorprendernos y ponernos en crisis". "La humildad quiere decir dejar
espacio a Dios, despojándose de sí mismos, “vaciándose”. Esta es la humillación
más grande".
Francisco
confió "a la Virgen, a las víctimas de la catástrofe aérea del martes
pasado, entre los cuales había un grupo de estudiantes alemanes".
Lo dijo al
concluir el rezo del Angelus que concluyó la celebración. Ciento cincuenta
personas murieron trágicamente, entre ellos el copiloto del avión alemán que
cubría la línea Barcelona-Dusserldorf, en un desastre que sigue conmoviendo
profundamente a los europeos. (Julio ALGAÑARAZ. Roma; El Clarín.).
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