* La
autoridad municipal, sin poner orden
Por Humberto
MÉNDEZ RAMOS
CUAUTLANCINGO.- Mientras que las calles
del centro de la ciudad, van siendo invadidas por comerciantes ambulantes, las
banquetas por comerciantes establecidos, el mercado municipal, luce en el más completo de los
abandonos y se convierte poco a poco, en refugio de vagos y adictos.
Vecinos del
mercado municipal, se quejan porque el inmueble luce abandonado, descuidado,
por las noches es coinvertido en un refugio de indigentes, teporochos, vagos,
adictos a sustancias tóxicas, ante la nula presencia de la policía municipal en
la zona.
Durante el
día, los locales comerciales permanecen cerrados, los pocos comerciantes que
quedaban, ya casi no van por temor a ser asaltados y porque saben que los
consumidores no llegan por la inseguridad que representa el hacerlo.
El inmueble
luce la presencia de esos grupos antisociales, quienes se han ido apoderando de
todos los espacios.
Por otra
parte, las calles de la ciudad, siguen siendo invadidas por comerciantes
ambulantes, siendo un peligro para ellos y para los automovilistas.
De igual
manera las banquetas, las han ido convirtiendo en ampliaciones de los locales
comerciales, obligando al peatón a tener que caminar por el arroyo vehicular,
con el peligro que ello representa.
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