POR ENRIQUE
RUIZ VILLASEÑOR***
CHOLULA.- Estimado lector, Raquel es
una persona muy perfeccionista, cuida cada detalle y trata de que cualquier
cosa que haga nadie se lo pueda reprochar. En el trabajo se centra en sus
objetivos y procura que su jefe no tenga ninguna queja de su trabajo. En su casa
procura que la ropa de sus hijos y de su pareja esté siempre limpia y planchada
y que la comida sea muy nutritiva.
El problema
de Raquel es que no es feliz, porque no es ella quien hace esas cosas, exige
que lo hagan los demás. En el trabajo explota a sus colaboradores para que todo
sea perfecto; en su casa se pone histérica si la chica que cuida a sus hijos no
lo tiene todo en orden. Pero ella no hace nada, es como un sargento que exige a
los demás lo que ella no hace. Todos sus colaboradores la odian y la
muchacha aguanta porque no tiene otro
sitio a dónde ir.
Alberto
siempre está sacando defectos a los demás. A su amigo Pablo le dice que no sabe
hablar bien, que debería leer mucho más. A su novia le dice que no sabe
vestirse adecuadamente. A su hermano le dice que no debería tratar de esa
manera a sus hijos. A sus compañeros de trabajo les dice que no saben hacer
bien su trabajo. Pero Alberto posiblemente tiene también todos esos defectos.
Pero nadie se lo dice.
Marisa está
todo el día hablando por teléfono y enviando mensajes. Ella piensa que es una
buena asesora en temas de pareja, porque ella ya ha tenido cinco separaciones y
siempre trata de ayudar a sus amigas con sus parejas. Posiblemente si ha tenido
cinco separaciones quizás no sea la persona más adecuada para ayudar en esos
temas, pero ella siempre se mete dentro de la relación de sus amigas. Trata de
ayudar, pero al final lo que hace es perjudicar y crea grandes líos. Incluso ya
ha conseguido que dos de sus amigas se separen.
Los defectos
de los demás no son asunto tuyo. Tú no eres un juez, ni un policía, ni siquiera
eres un pequeño dios para evaluar los defectos o los pecados de los demás.
Permite que los demás tengan sus propios defectos. No critiques lo que los
demás hacen. No juzgues temas morales de los demás. Vive y deja vivir.
No tienes
que darle vueltas a los asuntos de los demás. Nadie te da derecho a criticar
los problemas de los demás. Tú no tienes toda la información. Deja de cultivar
aspectos negativos de los demás.
Busca los aspectos
positivos y las potencialidades de los demás y ayúdales a conseguirlas. Ejerce
el poder que tienes. Solo así podrás dar poder a los demás. Tu exterior es el
reflejo de tu interior. Para cambiar tu exterior primero tienes que cambiar tu
interior. No puedes cambiar a los demás si primero no te cambias a ti mismo.
¿Pretendes ayudar a los demás? Empieza por ti primero.
Te agradezco
tu tiempo y no dudes en llamarme si quieres algún consejo.
*** ENRIQUE
RUIZ VILLASEÑOR es economista de la Universidad de las Américas Puebla, tiene
estudios de economía en STATE UNIVERSITY OF NEW YORK, Maestro en Alta Dirección
de Empresa por el IPADE, ha sido catedrático de la BUAP, IBERO, UDLAP y UPAEP.
También ha colaborado como columnista del Periódico “El Financiero Golfo
Centro” y orgullosamente Cholulteca.
0 comentarios:
Publicar un comentario