Por Mario
SALAMANCA RODRIGUEZ
CHOLULA.- Al ser arrastrados por las
diferentes corrientes del tiempo actual, los acontecimientos que padece el
país, es imposible escapar, afecta al estado emocional, cultural, económico y
espiritual; es parte integrante de la vida en un mundo de pecado, tenemos que
sufrir de una u otra forma. La persecución es parte de la herencia de los
judíos a lo largo d la historia, las diferentes trivialidades, las diferencias
clases sociales, las diferencias culturales son las que separan a las gentes,
estas incomprensiones llevan a protestas inconformidades, levantamientos,
resentimientos en la vida materialistas del hombre. Hay momentos cruciales en
la vida, lo que acontece en esta hermosa nación mexicana, “porque del
sufrimiento”. En la cual vosotros os alegráis aunque ahora por un poco de
tiempo, si es necesario tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, pero que
sometida a prueba vuestra fue mucho más preciado que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria, y honra cuando
sea manifestado Jesucristo, I. P. 1-6-7. Las aterradoras consecuencias se
siguen manifestando detenciones de personas golpeadas, encarceladas, “los
eternos desaparecidos”, la reacción de las gentes a nivel nacional e
internacional. Tlatlaya y Ayotzinapa, el pueblo de la tierra usaba de opresión
y cometía robo, al afligido y menesteroso hacia violencia y al extranjero oprimía
sin derecho. Y busque entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese
en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyera,
y no lo hallé, Ez. 22-29-30. Amados no los sorprendáis del fuego de prueba que
os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, de modo que los
que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel creador, y
hagan el bien, I. P. 4-12-19. El 16 de junio del año 64 d. J. C., comenzó el
gran incendio de Roma. México ha iniciado un momento crucial por los
acontecimientos referidos, estamos pagando lo que hemos sembrado corrupción e
impunidad, esto trae aparejado temor, resentimiento, incomprensión y crimen, el
narcotráfico. Ningún hombre o mujer es abandonado en sufrimiento que suele
padecer en la vida somos y seremos rescatados del fuego. Cuando tres jóvenes
hebreos fueron arrojados al horno de fuego ardiente, el rey vio un cuarto
personaje cuyo aspecto era semejante al hijo de los Dioses, Dn-3-25. ¿Quién
podrá interceder por México? Interceder por el pueblo en el libro de Ester
promete interceder por su pueblo del favor real, el espíritu santo no enseña y
hallamos verdades que satisfacen nuestra mente y edifica el alma en el momento
oportuno en bien del pueblo en estas épocas de necesidad general. Ahora vemos
el mal que alcanza al pueblo mexicano, vemos destrucción y muerte, las grandes
marchas organizaciones poderosas en contra de las injusticias de autoridades,
la prensa internacional informando de acontecimientos en México. Entonces dijo
Mardoqueo que respondiesen a Ester; no pienses que escaparas en la casa del rey
más que cualquier otro judío; porque si callas absolutamente en este tiempo,
respiro y liberación vendrá d alguna otra parte los judíos; más tú y la casa de
tú padre pereceréis, ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Es.
4-13-14. No siempre somos consecuentes en nuestras reacciones con el dolor
personal en las preocupaciones nos damos mañas para salir adelante. El mundo es
arrastrado por arrolladores torrentes de sucesos que escapan al control de
hombre, sin embargo existe un poder capaz de cambiar el curso de los
acontecimientos y de sostener en las grandes crisis de la vida. Este poder es
la oración dirigida a Dios todo poderoso, el que hizo los cielos y la tierra y
todo lo que existe, orar, pedir, rogar, suplicar, el rey Ezequías enfermó de
muerte, entonces el volvió su rostro a la pared y oró a Jehová y dijo: Te
ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad
y de íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan, y lloró Ezequías
con gran lloro. 2. R. 20-1, 2, 3. Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del
patio, vino palabra de Jehová a Isaías diciendo vuelve, y di a Ezequías,
príncipe de mi pueblo. Así dice Jehová el Dios de David tu padre: Yo he oído tu
oración, y he visto tus lágrimas, he aquí que yo te sano; al tercer día subirás
a la casa de Jehová, Is. 20-4-5. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré
a ti y a esta ciudad de manos del rey de Asiria, y ampararé esta ciudad por
amor a mí mismo, y por amo a David, mi siervo. Is. 20-6. Dios de Ama.
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