@cmaciaspalma
Pues bien,
hay otros dos personajes en el Partido Acción Nacional que también se sienten
con derecho de gobernar la ciudad de Puebla: Pablo Rodríguez Regordosa y
Francisco Rodríguez Álvarez, ambos, diputados electos y que dicho sea de paso,
ganaron las elecciones a través del voto.
Sin embargo,
ambos personajes se enfrentan al férreo e incuestionable control que del
Partido Acción Nacional (al que pertenecen) tiene el gobernador Rafael Moreno
Valle. Y esto significa que tanto Pablo como Francisco, tendrán que ganarse la
candidatura a la presidencia municipal de Puebla y para ello, tendrán por lo
menos cuatro laaaargos años de intensa actividad legislativa.
Pragmático
como es, el gobernador Moreno Valle pondrá en práctica el mismo sistema que le
permitió elegir al candidato a alcalde para la reciente elección municipal.
Recordemos que en agosto del año pasado, el jefe político (el gobernador, pues)
puso a competir a Fernando Manzanilla Prieto, Jorge Aguilar Chedraui, Amy
Camacho y Antonio Gali Fayad. Fue Gali quien finalmente ganó la nominación y la
elección.
Así, con
este antecedente queda claro que aquel quien quiera ganarse la nominación para
la alcaldía de Puebla y suceder a Tony Gali, tendrá que sumar las voluntades
para demostrar que puede ganar una candidatura y una elección.
El reto que
enfrentan Pablo y Francisco, es ganarse la postulación en la calle, entre los
electores, entre la sociedad, entre los grupos de poder, entre los actores y
líderes de opinión. Tendrán que competir entre ellos para que la gente empiece
a verlos, a cada uno, como la opción para gobernar la ciudad, más por simpatía
que por capacidad.
Por lo que
respecta a Pablo, ha tenido que esperar más tiempo y sumar dos derrotas. La
primera ocasión compitió contra Enrique Doger y perdió en una elección
constitucional y la segunda perdió ante Tony Gali en la disputa interna del
PAN. Así es que va perdiendo dos a cero. En tanto, Francisco va ganando uno a
cero. Vamos a ver.
El Verdugo
Empezó el
proceso de transición en el ayuntamiento de Puebla. Eduardo Rivera empieza la
entrega del gobierno a Antonio Gali. El Verdugo dice: ¡apareció Lalo Rivera!
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