(gobernantes, seguridad, representantes ante el gobierno)
CHOLULA.- Los sumos sacerdotes Aquiach
y Tlaquiach, gobernaron en sus inicios a la ciudad, gobernando en forma
compartida con 6 consultores o asesores que eran:
El
Teopixque: sumo sacerdote encargado de mantener en constante fervor el culto
gentilicio, que vestía ropas en negro con un corte talar.
El Teopixhazique:
era el agorero encargado del oráculo divino; este personaje es descrito con una
faja distintiva cuajada de jeroglíficos que se ponía sobre los hombros y por
pectoral un sol de oro.
El
Maculteotlaloque: expedía las leyes y decretos para el gobierno de la nación.
El
Teopixcatlatolanque: administraba la justicia y en su atuendo figuraba el
melitztlequihuac, que era una piedra esculpida, la cual colgaba de una vara.
El
Teopixtlalanque: gran conocedor de astronomía cuyo distintivo era el Metzteocuitlatl
o luna de plata.
El
Teopixcapatique: que profesaba la medicina usaba el huipilquemetl que era una
especie de túnica negra con dobladillos rojos en las mangas.
En ocasiones
solemnes de sínodo se ceñían la frente con una cinta de oro a guisa de diadema
y calzaban cacles del preciado metal. Su vestimenta como podemos ver tenía que
ver con su importancia y puesto otorgado, sin contar lo anteriormente
mencionado en el párrafo anterior.
Se dice que
en la gran ciudad existían nueve edificios públicos:
1º
Tlaxiltenango.- En este edificio era donde se administra justicia, el cual se
ubicaba poco antes de llegar a la actual Capilla Real.
2º
Tlaxelolque.- Era el edificio donde se encontraba la seguridad publica y se
hallaba en donde esta actualmente la Parroquia.
3º
Chialinco.- Sitio donde las personas esperaban el turno de las resoluciones
dadas.
4º
Tlatolanque.- Palacio en el que habitaban los jueces situado en el lugar del
Templo de San Francisco.
5º
Ticpatitla.- La casa de la salud donde eran repartidas las medicinas y estaba
junto al Tlatolanque por el lado norte.
6º
Telpilolla.- Servia como un penal, se encontraba en la ahora plaza de la
constitución y a los delincuentes se castigaban de dos modos:
- Amarrando al culpable con el pecho unido a la piedra, le daban azotes y luego lo ponían en libertad.
- Amarrar al delincuente con espalda hacia la piedra, permaneciendo en esta postura el numero de días que lo condenaban.
7º El
Ixtenenetitla.- Fabrica que producía armas y objetos de ixtle y de obsidiana,
esta se encontraba en el extremo oriental de la actual calle Olid.
8º
Xihxihtla.- Biblioteca en la que se conservaban anuarios, estudios científicos,
resoluciones jurídicas, notas cronológicas y fechas importantes escritas en
jeroglíficos.
9º El palacio
de Xayacatzin.- En este habitaba el procurador general y el cual sirvió de
alojamiento a Hernán Cortes cuando entro a Cholula y de escenario en la
sangrienta matanza. Cada uno desempeñaba una función de suma importancia ya que
de ella dependía el orden de la ciudad.
Gobierno teocrático
Como el
gobierno de los cholultecas fue teocrático, el sacerdocio ocupo prominente
lugar en la administración pública. Ejercía el poder principal dos sacerdotes
de máxima investidura, eran ellos Aquiach y Tlaquiach; el primero usaba por
divisa una águila "Cuauhtli", como símbolo de dominio sobre las aves
y animales; y el segundo, un tigre "Ocelotl", por emblema, que
significaba el mando de los hombres.
Este poder
era compartido por seis consultores o asesores, que eran el Teopixque sumo
sacerdote, encargado de mantener en constante fervor el culto gentilicio; su
vestidura era negra de corte talar. El Teopixhazique, que era el agorero
encargado del oráculo divino; lo describen con una faja distintiva cuajada de
jeroglíficos, que se ponía sobre los hombros, y por pectoral un sol de oro.
El
Maculteotlatoque que expedía las leyes y decretos para el gobierno de la
nación; el Teopixcatlatolanque que administraba justicia; en su atuendo
figuraba el Melitzlequihuac, que era una piedra preciosamente esculpida, la
cual colgada de una vara. El Teopixtlalanque, gran conocedor de astronomía,
cuyo distintivo era el Metzteocuitlatl o luna de plata y el Teopixcapatique que
profesaba la medicina, usaba el Huipilquemetl, especie de túnica negra con
dobladillos rojos en las mangas. En ocasiones solemnes de sínodo, si les es
dadle tal que nombre a sus reuniones, se ceñían la frente con una cinta de oro
a guisa de diadema, y calzaban cactles del preciado metal.
Sacerdocio
Los
sacerdotes, según la historia, eran escogidos de la clase noble y no plebeya,
procedían de un barrio distinguido que llamaban Tlanquiznahuac; los que
profesaban entregaban su fortuna a Quétzalcoatl, y los teópix (sacerdotes) de
alta investidura, no salían del templo, excepto los casados a quienes se les
permitía dormir en sus casas; pero, al siguiente día, al sonar los caracoles
que servían de trompetas, o las calabazas largas (acocotes) con que también
llamaba a los fieles, tenían que acudir al teocalli, para orar e incensar a su
dios Quétzalcoatl, para implorar su protección, agua para sus siembras, salud
para sus habitantes, éxito en su comercio y paz y sosiego en la república.
Comían en el templo lo que de sus casas les llevaban, y cada veinte días lo
hacían todos juntos en el templo.
Usaban por
hábito una capa negra; los recién entrados debían llevarla por cuatro años;
después de este tiempo, les daban otra del mismo color con cenefa colorada, que
llevaban el mismo tiempo de cuatro años; después, les daban otra labrada de
negro y rojo. Concluido el tiempo, les proporcionaban de nuevo las capas
negras, con las que pasaban el resto de su vida; pero había una honrosa
distinción para los más antiguos de la Orden, que andaban vestidos de colorado,
y les era dable usar el cintillo o diadema de oro.
"Si los
grandes sacerdotes de la más alta investidura, que se denominaban Aquiach y
Tlaquiach morían, sucedían los dos más antiguos con las mismas insignias: El
águila y El tigre, con atribuciones religiosas, judiciales, militares y
administrativas, teocráticas en toda la extensión de la palabra".
"Los
sacerdotes encendían anualmente el fuego nuevo, pero como señal de que el mundo
no se acabaría, sino como muestra de que ese es el principio de la vida, que
cada año renace como renacen las plantas y las hojas de los árboles".
Topiltzin o sacrificador
En cuanto al
sacrificio humano que practicaron los cholultecas, como consecuencia del
retorno de Huemac a la región idólatra. El padre Clavijero habla de los seis
sacerdotes que asistían al victimado. El sacrificador o Topiltzin era
hereditario en su empleo, y en cada caso usaba el nombre de la cruel divinidad
que aceptaba, impasible, corazones de víctimas en holocausto. Vestía traje de
algodón rojo floreado; el la cabeza ostentaba adornos; y en las orejas y labio
superior agujerados, pendientes de oro y piedras preciosas. Tenía cinco
auxiliares que vestían de blanco e iban con adornos y bien trajeados de finos
géneros de algodón. Ellos conducían a la víctima hasta el adoratorio, donde la
colocaban de espalda sobre la piedra de sacrificio sujetándolo por las cuatro
extremidades, y con la cabeza mantenida cual si fuese a un yugo.
En esta
supina y forzada posición el topiltzin hundía el agudo pedernal en el pecho,
arrancaba el corazón y lo ofrecía sangrante en holocausto a su bárbara deidad.
Con la sangre que goteaba humedecía los labios sedientos del dios, y las
cornisas del templo. El cuerpo decapitado y sin el corazón se echaba a rodar
por las escaleras de piedra, y en la plataforma era recogido por el soldado que
lo había apresado.

0 comentarios:
Publicar un comentario